martes, 7 de agosto de 2018

NIVELES DEL PLANEAMIENTO DE LA EDUCACIÓN


LOS NIVELES DEL PLANEAMIENTO DE LA EDUCACIÓN
Aunque el planeamiento de la educación es un proceso único que comprende desde la visión total del sistema educativo hasta los detalles de la instalación y funcionamiento de las unidades escolares, en él se pueden distinguir diversos niveles correspondientes a otros tantos planos de abstracción y detalles diferentes. Los niveles que pueden distinguirse son: - El planeamiento global, o de conjunto, del desarrollo educativo del país; - El planeamiento por sectores correspondientes a distintos aspectos del sistema escolar: primario, medio, superior, enseñanza vocacional, formación de maestros, construcciones escolares, etc.; - El planeamiento regional por divisiones geográficas, políticas, escolares, etc.; - El planeamiento local correspondiente a los detalles de instalación y funcionamiento de los establecimientos educativos.

1.    EL PLANEAMIENTO GLOBAL O DE CONJUNTO:
Como la designación misma lo indica, el planeamiento global tiene por objeto obtener una visión de conjunto e integrada de los problemas y necesidades mayores de un país en materia de educación, y, en consecuencia, formular una política de educación acorde con la política general de desarrollo nacional. No es dable alcanzar este objetivo cuando los diferentes niveles y aspectos de la educación se programan de modo aislado, no simultáneo, o cuando se concibe el plan de educación como un simple agregado de planes parciales yuxtapuestos.
La función del diagnóstico y la programación globales consiste en imprimir carácter integral al planeamiento educativo, permitir establecer prioridades, asegurar la compatibilidad y el carácter complementario de las diversas metas, la coordinación de la acción educativa en el plano nacional y la posterior evaluación del desarrollo educativo en su conjunto.
Este diagnóstico y esta programación globales son los que originan y dan contenido al capítulo de educación de un plan nacional de desarrollo y, aunque se apoyan en diagnósticos y previsiones para los diversos niveles y modalidades de la educación, son algo diferente de su simple agregación.
Tienen aquí especial importancia, entre otros, los aspectos siguientes:
a)    los problemas de correlación y equilibrio, en el crecimiento de los diversos niveles y modalidades de educación, de la pirámide educativa deseable y a la vez factible de obtener al término del plazo previsto por el plan;
b)    la determinación del volumen y composición del producto de la educación de acuerdo con niveles y tipos de educación, en función del nivel educativo deseable para la población en general, y de las previsiones de necesidades de recursos humanos específicos para el desarrollo.
c)    los problemas relacionados con la índole, variedad y organización de las enseñanzas (estructura del sistema educativo);
d)    los problemas de balance en la atención dispensada a las diferentes regiones para superar los desequilibrios existentes;
e)    la determinación del volumen y estructura de las inversiones y gastos en educación y de las fuentes de financiamiento internas y externas;
f)     los aspectos vinculados a la restructuración administrativa y las normas legales indispensables para la viabilidad del desarrollo educativo previsto;
g)    los problemas relacionados con la distribución de las responsabilidades y del esfuerzo en la acción proyectada, entre el sector público y privado, entre gobierno nacional, provincial y local, entre las diversas entidades de la administración educativa, etc.


La tarea del planeamiento es una responsabilidad conjunta del organismo nacional de planificación del desarrollo y del organismo sectorial de planeamiento educativo, en coordinación estrecha con los diversos organismos de la administración educativa, las entidades autónomas educativas, los sectores privados y otros ministerios o dependencias del Estado vinculados con la educación.

2.    EL PLANEAMIENTO FUNCIONAL POR SECTORES DE LA EDUCACION
En su aspecto estructural la educación de un país está formada por niveles y modalidades, organizados en servicios y administrados por organismos o entidades diferentes. En su aspecto dinámico está constituida por procesos de instrucción y formación de índole distinta, que responden a determinados objetivos y se realizan mediante organización escolar, contenido y métodos diferentes.

El planeamiento global se proyecta sobre el conjunto de tales procesos, enfocándolos y tratándolos como "sistema", tratando de obtener un desarrollo orgánico del mismo y que responda como un todo a necesidades y objetivos del desarrollo nacional. Naturalmente, para esto es necesario conocer e incluir en el plan general algunos elemente» esenciales relativos a cada nivel y modalidad de enseñanza, particularmente aquéllos indispensables para la formulación del cuadro de objetivos y metas y de las inversiones y gastos que tales metas exigen.

Pero los diversos niveles y modalidades deben ser objeto de un diagnóstico y una programación específicos y detallados, sobre todo en aquéllos aspectos que les son peculiares. En este plano tienen especial importancia, entre otros, los elementos siguientes:

a)    el análisis y la reformulación sistemática de los objetivos y contenidos de la educación en el respectivo nivel o modalidad;
b)    la evaluación objetiva de los resultados-educativos alcanzados en el promedio de los alumnos; c) las técnicas de enseñanza y los métodos de aprendizaje;
c)    el tipo o los tipos de administración y organización del trabajo escolar;
d)    los métodos de supervisión y evaluación del trabajo escolar;
e)    los instrumentos didácticos;
f)     el contenido y los métodos de la preparación de los educadores;
g)    el análisis de los factores de eficiencia específicos de cada nivel y tipo de enseñanza.

En otras palabras, interesa todo cuanto define más directamente la estructura interna de cada nivel o modalidad, la naturaleza y los niveles de calidad de la educación impartida. Factores como los enumerados, evidentemente no pueden ser incluidos de modo exhaustivo en un plan general, sino que deben ser sometidos, sector por sector, a un análisis en profundidad y a procesos de programación específicos.

La responsabilidad y él trabajo más intensos corresponden, a este nivel del planeamiento a los organismos técnicos de la administración educativa encargados de la dirección de los diferentes niveles y modalidades de la enseñanza, en estrecho contacto con el organismo de planeamiento general de la educación. Esta vinculación estrecha es necesaria por varias razones.
En primer lugar, aunque se trata de aspectos predominantemente pedagógicos las decisiones sobre ellos repercuten en la obtención de los objetivos sociales y económicos perseguidos por el plan de educación.
 En segundo lugar, los cambios de orden pedagógico suponen medios e instrumentos, y por lo mismo recursos financieros que deben contemplarse en el plan general de gastos para la educación.
Finalmente, la intervención de los organismos de planeamiento es necesaria para establecer la coherencia entre las decisiones de orden pedagógico relativas a cada uno de los niveles y modalidades, y en esta forma, asegurar la continuidad y articulación de los procesos educativos.

Algunos técnicos, particularmente aquéllos entre los que predomina-un enfoque cuantitativo y económico del planeamiento de la educación, omiten los aspectos antes enumerados o los reducen al mínimo, sea porque ignoran el objeto del planeamiento al diagnóstico y la programación globales del "sector educación", o porque presuponen que una vez formulado el plan global de la educación corresponde a los "pedagogos" ocuparse de los aspectos vinculados al contenido, eficiencia y calidad de la educación.

Esta distinción tajante entre aspectos cuantitativos y financieros de un lado, y aspectos pedagógicos y cualitativos de otro, es un expediente fácil para evitar dificultades metodológicas, aunque peligroso e inadecuado para un planeamiento de la educación que aspire a operar las profundas transformaciones exigidas por el desarrollo.

La responsabilidad asignada a los organismos técnico-pedagógicos de la administración educativa en este nivel del planeamiento exige, se cuente con el número suficiente de pedagogos especializados, capaces de realizar la tarea técnicamente y con un sentido de planeamiento.



3.    EL PLANEAMIENTO EDUCATIVO REGIONAL Y LOCAL
Los servicios educativos se prestan a través de instituciones singulares o de complejos institucionales en combinaciones definidas, situadas en contextos geográficos, humanos y económicos concretos, que están muy lejos de ser homogéneos y por lo demás presentan situaciones y requerimientos educativos diferenciados.

Los planes, tanto para la extensión como para el mejoramiento de la educación, deben traducirse y concretarse en acciones de creación o ampliación, de instalación o reinstalación y de normalización o mejoramiento de las circunstancias de funcionamiento de las instituciones escolares singulares. Es la suma de estas acciones singulares, coordinadas entre ellas y coherentes con las metas generales de los planes de educación, la que conduce al éxito o malogro en la obtención de tales metas.

El diagnóstico y la programación regionales tienen por objeto inventariar la situación e identificar las necesidades educativas diferenciadas de cada región geográfica, político administrativa o socioeconómica. Se trata de una operación minuciosa que requiere tiempo y supone un gran volumen de trabajo, pero imprescindible si se quiere fundamentar los planes en un conocimiento objetivo y completo de la realidad y hacerlos operantes mediante acciones específicas.

Este inventario detallado es particularmente necesario en los países en desarrollo, donde los promedios nacionales son engañosos, dada la enorme dispersión de situaciones. Piénsese, por ejemplo, V en lo impreciso de la relación alumnos por maestro; costo por alumno, capacidad instalada por alumno, que tienen valor en países donde tales relaciones han sido normalizadas y, por lo mismo presentan un alto grado de homogeneidad.

Sin este inventario detallado sería difícil, por no decir imposible, trazar programas de acción para normalizar situaciones deficitarias, propiciar una mejor distribución de los recursos humanos, físicos y financieros entre regiones, calibrar el volumen de necesidades, e identificarla índole, distribución e implantación de las nuevas oportunidades de educación. Los países en desarrollo necesitan hacer alguna vez, sin ahorrar esfuerzos, este inventario y establecer los mecanismos de recopilación estadística apropiados que luego permitan mantener actualizada la información, de modo que pueda disponerse de un conocimiento de la evolución de la situación en cada uno de los establecimientos educativos.

El instrumento de obtención y ordenamiento de estos datos lo constituyen las fichas de perfil de situación de establecimientos en los que se yuxtaponen datos sobre facilidades físicas, personal, volumen, estructura y movimiento de la matrícula, etc., y los mapas escolares en que se sitúan los establecimientos y se consignan puntos esenciales de referencia.

Tienen en este nivel del diagnóstico y la programación especial importancia ciertos aspectos como la concentración y la dispersión demográficas; los movimientos migratorios de la población; el tipo predominante de actividad económica; la renta por persona y las demandas específicas de fuerza de trabajo; las diferencias étnicas y lingüísticas; las variaciones estacionales en la vida local (temporada de lluvias, de cosechas, etc.); las facilidades de comunicación y las distancias promedio que deben recorrer los escolares; la situación sanitaria; los servicios de sanidad; disponibilidades en punto a electricidad, agua, transporte; la actitud de los pobladores con respecto a la educación y la posibilidad de extraer recursos de la misma para su mejoramiento.

De suma importancia es conocer y tener en cuenta los proyectos específicos de desarrollo económico y social propios de cada región o de alguna de sus localidades.

La participación de los planificadores de la educación en la formulación de tales proyectos, muchos de ellos realizados con asistencia financiera externa, es indispensable para que se tenga en cuenta y se incorpore el componente educación.

Es ésta la manera más directa y efectiva de vincular la educación con el desarrollo social y económico y también de proveerla de recursos adicionales, al incluirla como parte del financiamiento de los proyectos. En cada uno de ellos debería incluirse la acción alfabetizadora cuando fuese necesaria, la educación general y el adiestramiento profesional de los recursos humanos indispensables para hacer efectivo el proyecto.

Es obvio que este trabajo de inventario regional dé situación y necesidades educativas corresponde fundamentalmente a las autoridades educativas provinciales, de distrito y locales, así como a los supervisores escolares, con la asistencia y coordinación del organismo ministerial de planeamiento educativo y vinculado a las direcciones respectivas de los diversos servicios: Primaria, Secundaria, Construcciones Escolares, etc. En lo que respecta al nivel local los aspectos que interesan son los mismos con la diferencia que exigen un mayor grado de detalle.

4.    LA INTEGRACIÓN DE LOS DIVERSOS NIVELES EN UN SOLO PROCESO
 Una de las deficiencias que presenta el planeamiento de la educación en muchos países y que resta eficacia real al proceso, es el descuido en delimitar niveles como los enunciados; esto impide no solamente abarcar los problemas de la educación en toda su extensión, profundidad y variedad, sino más aún, dificulta organizar y distribuir convenientemente las responsabilidades en la realización del proceso de planeamiento educativo.
En algunos casos, el planeamiento se limita a la formulación de planes globales, a esquemas de imposible aplicación por falta de diagnósticos y programas específicos de acción por sectores y regiones. En otros casos, el planeamiento opera por sectores aislados, por ello los problemas de compatibilidad, articulación y complementariedad no se abordan ni resuelven, por falta de un diagnóstico y una programación globales. En la mayoría de los casos, los problemas concretos de desequilibrio y de implantación regionales se omiten o quedan abandonados al azar.
Es necesario, sin embargo, prevenir contra el peligro de apreciar y abordar estos cuatro niveles del diagnóstico y la programación como fases independientes y sucesivas; en realidad se trata de planes interdependientes que se condicionan mutuamente, que integran un mismo proceso y es preciso realizar con un mínimo grado de simultaneidad. Los trabajos de diagnósticos y programación desembocan en documentos que hacen explícitos los aspectos enunciados como características de cada uno de estos niveles del planeamiento.

a)    Habrá un documento donde se formule el plan general de educación, el que en esencial contendrá:
ü  Una síntesis de los hechos y necesidades que motivan el plan y la formulación de los objetivos que con él se persiguen;
ü  la formulación explícita de la política de prioridades y las razones de su elección;
ü   un cuadro ordenado por ítem de los cambios a operar en cuanto a la expansión de los diversos niveles y modalidades del sistema, la estructura y contenido de la educación y los niveles de rendimiento;
ü  el cuadro cronológico de las metas o resultados a obtener al término del período previsto para la ejecución del plan y durante los años sucesivos de su puesta en marcha;
ü   la índole y magnitud de los recursos humanos, físicos e instrumentales indispensables; la tabla cronológica que determine el momento en que deben estar disponibles;
ü  determinación del volumen y composición de las inversiones y gastos en educación, para todo el período del plan y para cada una de sus fases de ejecución;
ü  especificación por ítem de las fuentes o modalidades de financiamiento, incluida la asistencia externa;
ü  previsión de los cambios legales, institucionales y administrativos indispensables para la viabilidad del plan;
ü  un cuadro de distribución de las responsabilidades en la ejecución y evaluación de resultados de las diversas acciones programadas.

b)    Documentos diversos que contienen los programas más detallados de acción con respecto a los diversos niveles y modalidades de la enseñanza, donde se reproducen los elementos pertinentes al respectivo nivel o modalidad consignados en el plan general y se les suministra una programación operativa más detallada.

c)    Documentos diferenciados que especifican la acción de alcance regional, con aplicación precisa de la misma;

d)    Documentos que contienen "proyectos específicos". Estos proyectos pueden referirse a un aspecto que tendrá incidencia sobre el desarrollo educativo en general, o a un elemento de Un determinado nivel o modalidad de enseñanza, una institución particular o una constelación de instituciones. La puesta en marcha del plan global es posible cuando se dispone de las precisiones enunciadas en b), c) y d).